Paso 1
Pelamos y cortamos las cebollas en rodajas de 2 cm, separamos los aros de la cebolla y cogemos aros de diferentes diámetros en los que se pueda introducir uno dentro del otro y nos quede hueco de 2-3 mm.
Paso 2
Cortamos el queso en lonchas en tiras del mismo grosor que la cebolla y lo colocamos entre los dos aros de cebolla, introducimos 1 hora aproximadamente en el congelador.
Paso 3
Hacemos un doble rebozado, pasamos los aros de cebolla por harina, después por huevo y de nuevo por harina, otra vez por huevo y finalmente por panko. Los freímos en abundante aceite caliente y escurrimos sobre papel absorbente de cocina.