Paso 1
Lavar los tomates, retirar el pedúnculo y cortar en trozos.
Paso 2
Añadir el pan troceado, mezclar y dejar que se empape con el agua del tomate.
Paso 3
Añadir la remolacha al vaso de la batidora junto con el ajo pelado, el vinagre y la sal, triturar hasta que quede una masa fina y homogénea. Pasar por un colador y añadir el aceite en forma de hilo a la vez que lo batimos con una varilla de mano o en un procesador de alimentos para que emulsione. Finalmente, guardar en la nevera para que se enfríe.
Paso 4
Servir el salmorejo frío, con el aguacate en dados, el queso de Burgos cortado en dados, y unas gotas de aceite de oliva virgen extra, y semillas de calabaza.